Ciudades y el cambio climático: raíz de la problemática y el espacio para la solución por Nerys Gait
Ciudades y el cambio climático: raíz de la problemática y el espacio para la solución por Nerys Gaitán Miranda

Las ciudades son construcciones físicas en las que el hombre ha tomado parte de los espacios naturales a favor de la urbanización, en pro del desarrollo, crecimiento económico y la prosperidad. El 3% del planeta está cubierto por ciudades (1), y América Latina y el Caribe no escapa de esta realidad, y es que, a diferencia de otras latitudes, esta región se ha urbanizado más rápida e intensamente en los últimos años. Las proyecciones de los niveles de urbanización a nivel mundial indican que el 54% de la población mundial habita en ciudades, y que para el 2050 esto aumentará a dos tercios (66% aproximadamente) repartidas específicamente en 28 megaciudades (más de 10 millones de habitantes) (2). América Latina y el Caribe indican crecimiento continuo llegando a zonas urbanas con poblaciones superiores al 75% (3).
Los centros urbanos y su rápida urbanización ha brindado un mundo de oportunidades para el crecimiento de inversiones productivas, desarrollo de innovaciones tecnológicas y artísticas, aumento de conocimientos y nuevas ideas, empleos, interacciones sociales-culturales y acceso a servicios esenciales, siendo así los motores de crecimiento de la región. No obstante, dicho uso extensivo del territorio, aunado a las externalidades provocadas por las distintas actividades que realiza el hombre, impactan directamente sobre la calidad, la salud, el entorno urbano y por ende, del mismo territorio, convirtiéndose en el gran responsable de las problemáticas climáticas y energéticas actuales, pero también de las posibles soluciones.
El actuar de manera colectiva y organizada a favor de una gobernanza climática es de vital importancia en la titánica tarea de búsqueda de soluciones al cambio climático en las ciudades, donde cada actor de la ciudad (públicos, privados y sociedad civil) deben asumir políticas radicales a favor del medio ambiente para poder así obtener resultados en contra del status quo urbano.
Cuando hago referencia al actuar sobre el status quo de nuestras ciudades significa ejecutar acciones estratégicas ambiciosas, tanto en la mitigación del cambio climático como en la adaptación, en contra de las externalidades negativas del sistema actual como resultado de los patrones insostenibles de producción y consumo, que afectan directamente al agotamiento de los recursos naturales y aumento de emisiones de gases de efecto invernadero (GEIs).
Las ciudades son responsables entre el 60% y 80% del consumo energético mundial y del 70% de las emisiones mundiales de CO2 (ONU-Hábitat, 2016). Las principales características que presentan dichas ciudades en torno a los efectos del cambio climático y su dinámica en los centros urbanos, son las siguientes: altos consumos de energía no renovables (combustibles fósiles), transportes altamente contaminantes, falta o inexistencia de políticas de ordenamiento territorial y cambios de usos de suelo. Además los patrones de alto consumo energético y de transporte no sostenibles también generan impactos dañinos locales y problemas de salud pública, aumentando de esta forma la desigualdad y la exclusión urbana.
Por lo anterior, debemos repensar las políticas urbanas a partir del cambio climático como un hecho evidente y actual, anticipando y planificando las ciudades hacia la resiliencia. Estas políticas deben tomar en cuenta las siguientes medidas:
Medidas de mitigación: las acciones de mitigación para reducir las emisiones de gases de efectos invernadero están muy relacionadas con las actividades antropogénicas en las áreas urbanas. Se requiere pensar en soluciones más integrales y menos sectoriales para la reducción de emisiones, tales como: (i) en el transporte a través del fomento de la movilidad sostenible, movilidad eléctrica y la promoción de Desarrollo Orientados al Transporte (DOT) en las ciudades; (ii) en el sector energético a través de la descarbonización de la matriz energética e inclusión de nuevas tecnologías, (iii) en la planificación territorial con la densificación para detener la expansión urbana y (iv) con la arborización de las ciudades para aumentar la captura de carbono.
Medidas de adaptación: los principales retos de adaptación que presentan las ciudades son sequías, inundaciones y fenómenos extremos que ponen en riesgo directo la funcionalidad y capacidad de recuperación de las infraestructuras urbanas existentes y, por ende, a los asentamientos humanos vulnerables que están cercanos a esas infraestructuras. Se requiere planificar y ejecutar medidas tales como: Planes nacionales de adaptación que incluyen los distintos escenarios de riesgos para que las ciudades estén preparadas tanto a nivel de infraestructuras y capacidades técnicas.
Apoyo y financiamiento climáticos: para nuestros países es supremamente difícil movilizar fondos para llevar adelante las medidas de mitigación y adaptación necesarias para combatir el cambio climático, es por esto, que es necesario la revisión de los marcos regulatorios, realización de convenios públicos – privados y aumentar conocimientos sobre los nuevos modelos de financiamiento climáticos.
Fortalecimiento institucional: este aspecto va muy alineado con el apoyo y financiamiento climático, ya que parte del apoyo climático se necesita también para poder instalar las capacidades técnicas en el país para luchar contra el cambio climático y así poder ejecutar las medidas que se requieran.
¿Está el desarrollo urbano gestándose al margen del cambio climático? ¿Se están tomando en cuenta las externalidades producidas por el cambio climático en la construcción de la ciudades y de las políticas urbanas?. Este tipo de preguntas y respuestas se construyen en el consenso, desde el vecino hasta los comerciantes, desde lo público hasta lo privado, desde lo local a lo nacional. Las ciudades son entes vivos y de constantes cambios, donde todos jugamos roles importantes en su existencia y desarrollo, pero aún siendo nosotros protagonistas, debemos tomar en cuenta que la acción climática ocurre en el territorio y debemos garantizar el funcionamiento integral de todas las partes, para así hacer de nuestros centros urbanos los verdaderos motores de la economía del futuro.
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Acerca del autor
Nery Gaitán Miranda es Ingeniera ambiental egresada de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) con un Máster de Sistemas Integrados de Gestión Ambiental, Seguridad y Calidad de la Universitat de Barcelona (UB), España. Cuenta con más de 8 años de experiencia en gestión, monitoreo y seguimiento de proyectos de desarrollo sostenibles en distintos sectores como: desarrollo urbano, transporte y movilidad, gestión de riesgos al cambio climático, energía.
Referencias:
Sustainable Urbanization in the Paris Agreement. Comparative review of nationally determined contributions for urban content. (2016). UN-Habitat.
nformación de https://www.un.org/development/desa/es/news/population/world-urbanization-prospects-2014.html
Creating livable cities: regional perspectives. (2019), African Development Bank, Asian Development Bank, European Bank for Reconstruction and Development and Inter American Development Bank.